El hotel es precioso, el entorno una maravilla, hacía tiempo que no disfrutaba de tanta tranquilidad y relax simplemente estando sentado en la terraza. El trato recibido es espectacular, te hacen sentir bien, a gusto, como si estuvieses en tu casa, son encantadores, tanto Patxi, Ramón y Borja como el resto de empleados.
Lo cierto es que no puedo ponerle pega alguna porque han hecho que el fin de semana haya superado todas las expectativas