Viajamos de varios países nos reunimos en el Grand Sirenis de Punta Cana 18 miembros de una misma familia para celebrar el cumpleaños 80 de la abuelita.
La infraestructura del resort es muy acogedora y los espacios amplios y bien distribuidos.
El Check-in fue un momento muy agradable y nos sentimos bien recibidos.
Los siguientes 4 días fueron de altos y bajos, empezando con los restaurantes temáticos, que requieren reserva, recibimos muy poca ayuda del personal de Concierge para acomodar 18 pax al mismo tiempo en un restaurante
En el restaurante El Rancho y en el restaurante Las Barcas, a día seguido, tuvimos que esperar más de una hora para ser atendidos y en el segundo habían terminado de comer varios miembros de la familia, mientras el resto no recibíamos nuestro plato; finalmente ese día terminamos cenando en el salón de buffet, que debo decirlo tiene muy buena variedad y calidad en la comida.
Cuando una de las habitaciones necesitaba fumigación, por tema de cucarachas, solicitamos nos cambien la misma y tuvimos que deambular por dos horas de un counter a otro para conseguirlo.
En general el personal parece que necesita trabajar en Servicio al Cliente, que es finalmente quien paga su sueldo.
Afortunadamente en el restaurante SAONA, con servicio de buffet, el personal nos acomodó un lugar reservado para festejar los 80 años de la abuelita, e incluso nos ayudaron con un hermoso pastel. Gracias por el detalle, es un recuerdo que todos llevamos de regreso a casa.
En resumen