El hotel está muy bien ubicado, cerca de la ópera y la estación, en pleno centro de la ciudad. Las instalaciones son muy nuevas, de las últimos hoteles que he visitado de la cadena, posiblemente es el más bonito. El hall es realmente precioso.
El personal de recepción muy correcto y atento.
La habitación estaba en la última planta y era más grande de lo habitual en un Motel One. Además, súper silenciosa y bien aislada.
El desayuno es correcto pero muy CARO para lo que ofrece. En cualquier cafetería de la ciudad o de la estación fácilmente puedes desayunar igual por menos de mitad. Deberían revisar los precios porque su lema se viene abajo en este tema.
La zona en sí es correcta y segura, pero al estar cerca de la estación, siempre te encuentras con situaciones extrañas, incluso incómodas. Pese a todo, recomiendo el hotel.