Disfruté de un clima de paz y de buena onda, ayudado por un fin de semana excelente, con sol brillante, cielo muy azul, como si fuera primavera.
La atención es de primera, las chicas lo hacen sentir bienvenido a uno.
La habitación, muy cómoda y con una vista (al menos la que me tocó en 6to. piso) a la playa.
Tiene un restaurante con ventanales por los cuatro costados, con vistas espectaculares (4to. piso).
Ya estoy planeando el regreso.